Muchas veces cuando se analiza alguna situación que ha ocurrido, algún problema que se ha tenido o el estado de la empresa (no importando el tamaño que tenga), se descubre que se hizo muchas cosas que no se deberían haber hecho. ¿Porque se llega a hacer lo que no hay que hacer? ¿No será que existe solo preocupación de operar (producir), vender, crecer, pero no en decidir una ruta con un plan concreto?

Existen muchas opciones que se nos dan frente a esto, como:

  • Se sale de control cuando se crece
  • Se cae en errores, dificultades, sobrecosto o perdidas, provocando que el negocio no funcione 
  • Sin darse cuenta, se aumentan los riesgos
  • Incorporamos tecnología, y no era lo que realmente se necesitaba
  • Se ha comenzado, pero no se sabe como continuar o los recursos no son lo suficiente para seguir

Entonces ¿cómo podemos aumentar las probabilidades de tener una ruta para llegar al éxito?

“La esencia de la estrategia es elegir que no hay que hacer.” (Michael Porter)

¿Es correcto funcionar sin un plan que nos mejore la visión?, o será mejor tenerlo y que nos diga hacia donde queremos llegar, cuál es el fin que queremos lograr y sobre todo saber para que tenemos la empresa, cuál es el propósito final.

Se cae en escoger cosas sin un análisis y con una mirada holística, sin darse cuenta que no era lo adecuado, y eso lleva a no ir en la forma que se quiere.

Caminos para llegar a la meta, siempre hay muchos, incluso varios pueden llegar al final, pero el que está planificado y va directo será el más rápido, probablemente el con menos obstáculos, el más seguro y menor costo, siendo el primero en llegar, en ofrecer o generar resultados frente a la competencia, entonces ¿cuál es la solución para lo que estamos hablando?

¿Qué conviene más, invertir en una planificación inicial o gastar el doble después que tuve los problemas? ¿Quieres estar apagando incendios o ser proactivo y ocupar tu tiempo en nuevos negocios? ¿Quieres tener a tu personal más motivado, comprometido y siempre con ganas de pertenecer a la empresa, teniendo una ruta bien trazada y un propósito claro?

Peter Drucker, en su libro The Practice of Management (1954), afirmaba que la estrategia requiere que los gerentes analicen su situación presente y que la cambien si es necesario. Parte de su definición partía de la idea que los gerentes deberían saber qué recursos tenía su empresa y cuáles debería conseguir.

Kenneth Richmond Andrews. Académico que escribió el pensamiento sobre la política de negocio o estrategia corporativa, en la Escuela de Negocios de Harvard, define estrategia como “es el patrón de los objetivos, propósitos o metas y las políticas y planes esenciales para conseguir dichas metas, establecidas de tal manera que definan en qué clase de negocio la empresa está o quiere estar y qué clase de empresa es o quiere ser. 

Según estos conceptos, se puede concluir que para los empresarios es un factor fundamental una buena ESTRATEGIA, que me genera retos, oportunidades y crecimiento.

Hay un factor muy importante, es preguntarse: ¿Cuál es el principal recurso que tengo?  Esta bastante clara la respuesta, son las PERSONAS, por lo cual es importante trabajar muy atentos a como genero lo mejor para su completa satisfacción, dentro de la estrategia, ya que eso me llevará también a la máxima productividad y felicidad organizacional. 

Hoy en día se dice mucho que lo anterior es para empresas grandes, las pymes no caben en esta categoría. La experiencia me ha dicho que cuando se tiene una buena estrategia (asociado a una cultura y líderes acorde), los resultados son beneficiosos para todos, se convierte en una empresa competitiva que tiene claro hacia donde se va e ir trabajando su crecimiento y no estar improvisando cuando esto ocurre y a la vez se está mucho más preparado frente a las dificultades que se van presentando en su desarrollo.

Una buena estrategia comienza por revisar:

  • Quienes somos, 
  • Con que contamos, 
  • Cual es nuestra realidad, 
  • Cual es nuestra identidad, 
  • Cual es nuestra cultura, 
  • Como son las personas que la forman
  • Cuales son nuestros objetivos
  • Como vender de acuerdo a como te proyectas
  • Cual es el entorno cambiante que vivimos. 

Todo esto nos define nuestra situación actual. Luego debemos ver hacia donde queremos ir, cual es el “para que” de lo que queremos entregar (productos o servicios), cual es el valor agregado que queremos entregar a nuestros clientes.

Por lo cual podemos concluir, que sin importar tamaño de la empresa, es fundamental invertir en una estrategia que nos trace la ruta para cumplir lo que se desea y te ayudará a tener una empresa inteligente.

¿Quieres una estrategia para no hacer lo que no debes hacer? ¿Estás dispuesto a invertir para disminuir costos innecesarios? Si necesitas apoyo, acá estamos para acompañarte.