Estoy leyendo un artículo «¿Cuál es el coeficiente de inteligencia de tu organización?”de Javier Martinez Aldanondo, experto en gestión del conocimiento y cultura de aprendizaje, gran amigo, y me llamó mucho la atención cuando dice que para que una organización sea inteligente debe dominar dos dimensiones 

  1. Saber qué conocimiento tiene y lo gestiona 
  2. Saber que conocimiento no tiene y va a necesitar y lo aprende.

Estas dos dimensiones tienen mucho que ver con lo que es trabajar la planificación estratégica de una empresa, ya que es la que te va a decir que es lo que sabes y puedes gestionar, y además te ayudará a saber que no tienes y necesitas aprender.  Te permitirá decidir si requieres que alguien te asesore para poder hacer lo que no sabes y poder cumplir los objetivos de la empresa o tienes que invertir para preparar internamente a quien lo pueda hacer.

Se dan cuenta que muchas veces no miramos o no dimensionamos lo que significa planificar bien la empresa y no nos referimos solo a un plan de marketing, sino qué a saber cuáles son las raíces de las cosas que queremos mejorar y cómo debemos gestionar, cómo debemos controlar, cómo debemos medir los resultados para saber si estamos cumpliendo con nuestras expectativas, por lo cual para eso tenemos que tener claras nuestras metas, si no las tenemos, será muy difícil que podamos medir y saber si estamos cumpliendo lo que queremos o no. Muchas veces hacemos lo que no se debe hacer.

Por otro lado, Javier Martinez también menciona que para ser una empresa inteligente (puedes ver el artículo que escribí de empresa inteligente) se necesita elaborar un mapa de conocimiento crítico y constantemente mantenerlo actualizado, se debe definir qué procesos roles y tecnologías existen para apoyarlo. También menciona que para aprender toda organización necesita intención, es decir, reforzar una serie de hábitos que aseguren que se dedica tiempo y espacio a reflexionar, sistematizar y compartir lo aprendido. Es decir, significa desarrollar una cultura de aprendizaje. Como ustedes pueden apreciar ambas cosas no es algo que se haga a la primera, necesitan generar una planificación y una organización respecto a cómo se está manejando esto en la empresa, por lo cual también tiene que ser parte de un plan estratégico donde se defina en qué momento se hace, asociado a que Proyectos, quiénes serán los responsables que podrán llevar a cabo la construcción de este mapa de conocimiento crítico y esta generación de cultura que no es algo que se obtenga a corto plazo son muchas actividades que tienen asociada, por lo cual para cumplir con estos objetivos que son fundamentales para el éxito de una empresa inteligente no hay que perder de vista una buena planificación.

También podemos recalcar que al generar una buena planificación, se debe llevar un seguimiento continuo de su ejecución y el hacer reuniones periódicas para revisar, nos permite reflexionar, sistematizar, analizar y aprender de las experiencias de los otros.

Finalmente, tenemos que darnos cuenta que todo lo que significa conocimiento y aprendizaje, también está asociado con lo que es innovación, por lo cual es otra variable que tenemos que incluir dentro del plan estratégico de la empresa, y tenemos que mirarlo con perspectivas de crecimiento y de afrontar los cambios que existen, con convicción de ser esa una empresa inteligente que nos hará mas competitivos.